Introducción:

Los guantes sirven para proteger las manos de microbios evitando que estos se diseminan de las manos del profesional al paciente durante el procedimiento.

Antes de colocarse unos guantes estériles debemos haber retirado previamente relojes, anillos o pulseras y lavado quirúrgico de manos con cepillo durante 5 minutos para no encontrarnos ningún impedimento a la hora de colocar los guantes con eficacia y rapidez.

Los guantes de protección deben garantizar un nivel de eficacia protectora ante el riesgo que motiva su uso, y además no deberán ocasionar, por sí mismos, riesgos adicionales ni generar molestias que se opongan a su propia eficacia o utilidad protectora.

Los guantes deben utilizarse en las siguientes actividades:

Curas de heridas y cualquier otro procedimiento invasivo que implique la penetración quirúrgica en tejidos, órganos o cavidades.
Cuando se va a manipular o tener contacto con sangre, fluidos corporales (excepto el sudor), secreciones, membranas mucosas y piel no intacta.
Ante la probabilidad de que las manos del personal sanitario contaminadas con microorganismos de un paciente puedan transmitirlos a otros pacientes (infecciones cruzadas.
Siempre que el trabajador sanitario presente cortes, heridas o lesiones cutáneas.

Los guantes se cambiarán:

Entre acciones y procedimientos distintos realizados en un mismo paciente.
Después de tocar material contaminado.
Al cambiar de paciente.
Cuando se produzcan salpicaduras, o los guantes en uso se rompan o perforen, es necesario higienizarse las manos inmediatamente y ponerse un nuevo par.
En caso de contacto con cremas de base hidrocarbonada u oleica (son incompatibles con lo guantes de látex).
El cambio periódico de los guantes está siempre recomendado en función del uso que se haga de los mismos y de su desgaste. El uso prolongado hace que el efecto barrera del guante sea menor.
Es de grave error y provoca un riesgo de infección nosocomial alto, el no quitarse los guantes entre contactos con pacientes.

Tipo de guante	Nivel de protección
Látex	Látex Adecuada protección contra patógenos
Vinilo	Protección contra patógenos, aunque en un tiempo inferior al látex (30 minutos).
Nitrilo	Protección contra patógenos, incluso superior al látex en cuanto a la resistencia mecánica.
Neopreno	Adecuada protección para patógenos con un nivel similar al látex.
Termoplásticos	Protección contra patógenos, incluso superior a la de látex, en cuanto a protección mecánica.

Objetivos:

Disminuir la transmisión de microorganismos de las manos del personal al paciente durante los procedimientos.
Mantener técnica estéril.

Técnica y procedimientos:

Abriremos el paquete de guantes por las solapas que nos indica el envoltorio y los abriremos hacia el exterior teniendo cuidado de no tocar los guantes que se encuentran en el interior.
Dejaremos caer los guantes siempre dentro del campo estéril, para preservar la asepsia. sobre el campo que anteriormente hemos colocado en la mesita auxiliar y nos prepararemos para ir a lavarnos las manos.
Realizar higiene de manos según protocolo establecido. Mantener las manos por encima del nivel del codo y aplicar un antiséptico.
Abrir envoltura interna, manipulando sólo los extremos, es decir tocar solo los bordes de dicho papel.
Observar que las palmas de las manos de los guantes miren hacia arriba con los pulgares hacia fuera y los puños doblados. advertimos que los guantes van marcados y llevan la talla y una R y una L dichas letras significan la posición Right (derecho), Left (izquierdo).
Enguantar mano derecha: Cogeremos el guante por fuera es decir solo tocando el doblez que está situado en el puño, sin tocar la cara interna y meteremos el dedo pulgar dentro del guante.
No tocar el envoltorio ni la parte externa del guante.
Levantar el guante de la mesa, introducir el resto la mano derecha con la palma hacia arriba orientada hacia la palma del guante.
Dejar el puño del guante dado vuelta hasta colocar el otro guante.
Enguantar la mano izquierda.
Posteriormente cogeremos el segundo guante con la mano que ya lleva el primer guante puesto, cogiéndolo del doblez del puño meteremos la segunda mano.
Mantener la palma hacia arriba, deslizar la mano izquierda dentro del guante.
Dar vuelta el puño de ambos guantes sin tocar la piel.
Por último, se corrige la adaptación de los guantes a las manos, para sentirse cómodo y realizar las tareas sin problemas. Los puños de los guantes se subirán cuando ambos estén correctamente colocados y teniendo en cuenta que solo podemos tocar la cara externa de los guantes.

Consideraciones de enfermería:

El uso de guantes no reemplaza el lavado de manos.
Los guantes usados se encuentran contaminados por fuera y limpios por dentro.
El envoltorio interno, se considera su cara interna estéril hasta 2,5cm de los bordes.
Realizar la apertura del paquete siempre sobre mesa auxiliar.
Usar la talla de guantes correcta. Debe estar adaptado tanto a la naturaleza del trabajo como a la mano del trabajador. La utilización de unos guantes demasiado estrechos puede, por ejemplo, mermar sus propiedades aislantes o dificultar la circulación.
Evitar que el guante este especialmente flojo en la punta de los dedos ya que se pierde sensibilidad y aumenta el riesgo de posibles punciones o cortaduras.
Llevar las uñas cortas y no utilizar anillos ni pulseras, pueden ser causa de fenómenos alérgicos, romper los guantes, y sirven de lugares de almacenamiento de gérmenes.
Proteger cualquier herida con un apósito impermeable antes de ponerse los guantes.
Cambiar de guantes cuando se rompan o deterioren y en caso de contacto directo con el contaminante.
Se recomienda el cambio periódico de los guantes aún en ausencia de incidencias. Los guantes no son transeúntes, y no pueden viajar por todo el hospital puestos en las manos.
Conservar los guantes alejados de fuentes de calor y alejados de la luz solar.
Es necesario dejar constancia por escrito de cualquier incidencia ocurrida con el uso de guantes.
Desechar los guantes utilizados en una bolsa y/o contenedor correspondiente para ello, según las indicaciones y la gestión de residuos del hospital.
No se deben meter los guantes usados en los bolsillos Los guantes se deben quitar rápidamente tras su empleo, antes de tocar artículos no contaminados y superficies ambientales.
Los guantes no proporcionan protección completa contra contaminación de las manos.
Dos capas de guantes quirúrgicos pueden reducir el número de roturas del guante interior. Los guantes triples, los guantes con tejidos externos y los revestimientos del guante, también reducen significativamente las perforaciones en el guante más interno.
Cuando el lavado se realice con solución hidroalcohólica, los guantes no deben contener polvo.
Dependiendo del tipo de guante se recomiendan los siguientes cambios:
- Guantes de examen de látex cada 15-30 minutos.
- Guantes de examen de vinilo cada 15 minutos.
- Guantes de examen de cirugía de látex y neopreno cada 1-3 horas.
- Guantes de nitrilo cada 15-30 minutos.

Criterios para el uso de guantes

Procedimiento Higiene	Higiene de manos	Guantes
Conversación con el paciente	NO	NO
Traslado del paciente	SI	NO
Reparto y recogida de comida	SI	NO
Ajuste de fluidoterapia IV	SI	NO
Manejo de lencería sucia, desechos u otros materiales	SI	NO
Examen del paciente sin tocar fluidos corporales o membranas mucosas	SI	NO
Examen del paciente tocando sangre, fluidos corporales, membranas mucosas	SI	SI
Administración de medicación oral	SI	NO
Administración de medicación vía intravenosa, subcutánea, intramuscular, intraósea o endotraqueal	SI	SI
Obtención de muestras de sangre	SI	SI
Aspiración o intubación	SI	SI
Inserción y mantenimiento de catéteres	SI	SI
Procedimientos diagnósticos donde puede salpicar sangre o fluidos corporales	SI	NO
Tratamientos de fisioterapia sobre piel íntegra	SI	NO
Cambios posturales o movilización	SI	NO
Aislamientos hospitalarios (contacto)	SI	SI

Cómo quitarse un guante desechable:

Cuando se quita un guante, simplemente tírelo y olvídese de él. Así de fácil, ¿verdad? Sin embargo, quitarse los guantes correctamente es esencial para protegerse de peligros, incluso más que cuando se los pone.
A la hora de quitarse el guante, es probable que haya sustancias químicas o biológicas en la parte exterior del material. En caso de que no se quite y deseche correctamente el guante, el riesgo de contaminación es extremadamente alto.

Agarrar el borde exterior del guante: Con una mano con el guante puesto, agarre con dos dedos el borde exterior del guante cerca de la muñeca, con cuidado de no tocar la piel.
Nunca deberá tocar la parte exterior del guante desechable con la mano desnuda.
Retirar y sostener el guante: Con el borde exterior que ha agarrado, quítese el guante de la mano asegurándose de darle la vuelta. Agarre el guante que se ha quitado con la mano que aún tiene el guante.
Deslizar el dedo dentro del guante: Con cuidado de no tocar el exterior del guante, deslice el dedo sin guante por debajo de la muñeca del otro guante.
Quitarse el segundo guante y tirarlo a la basura: Con el dedo que está dentro del guante, retire el otro guante mientras sigue agarrando el guante retirado con la mano enguantada. Cuando el guante esté al revés, cree una «bolsa» que contenga los dos guantes y, de ese modo, todos los peligros estén recogidos de forma segura. Tire la «bolsa de guantes» a la basura y lávese muy bien las manos.
Realizar la higiene de manos, con la técnica correcta de los 6 pasos

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