Cuidado de Dientes y Boca


Introducción:

La boca es la principal puerta de entrada del organismo para los gérmenes productores de enfermedades. Es la incubadora ideal para su desarrollo, ya que proporciona humedad, alimentación, calor y obscuridad necesaria. Las infecciones de la boca son fuentes de peligro, tanto para el aparato respiratorio como para el digestivo; puede extenderse a las amígdalas, senos y, por la trompa de Eustaquio, hasta el oído medio; su paso a la circulación puede causar reumatismo o artritis.

La boca mal cuidada puede provocar caries dentales, o halitosis (aliento fétido), disminuir el apetito y es causa de malestar para el paciente; además, el buen aspecto de la boca realza la belleza de la cara.

Los pacientes febriles, o que están inconscientes, los que respirar por la boca, las personas con enfermedades crónicas (cáncer, por ejemplo) y las que tienen enfermedades metabólicas (diabétes, por ejemplo) están particularmente expuestas a las úlceras bucales.
Los artículos y las técnicas para lavar los dientes y la cavidad bucal varían de acuerdo con lo que el paciente es capaz de hacer por sí mismo.



  • Caries: La caries es una enfermedad destructiva de las estructuras del diente. La caries comienza afectando a la superficie del diente, el esmalte y la dentina. Si es detectada a tiempo es posible tratarla mediante un empaste dental. Si no es así, la caries evoluciona dañando estructuras más profundas, en cuyo caso es necesario realizar una endodoncia.
  • Gingivitis: es una forma común y leve de enfermedad de las encías, también llamada enfermedad periodontal. Provoca irritación, enrojecimiento, hinchazón y sangrado del tejido gingival, que es la parte de la encía que se encuentra alrededor de la base de los dientes. Es importante tomar en serio la gingivitis y tratarla con prontitud. La gingivitis no causa pérdida ósea. Pero si no se trata, puede provocar una enfermedad de las encías mucho más grave, llamada periodontitis, y pérdida de dientes. 
  • Periodontitis: Si no se controla la placa bacteriana, la gingivitis puede agravarse y provocar lesiones en el periodonto




Las causas que provocan esta enfermedad son variadas desde un consumo excesivo de azúcares, una limpieza incorrecta, o simplemente por predisposición genética.
Para mantener la salud de tu boca, trátalas a tiempo. La formas correcta es usar una buena técnica de cepillado, cepillarse por un lapso de 2 minutos con 1cm de pasta dentífrica, usar ceda interdental, irrigador dental o cepillos interdentales, cepillarse la lengua y utilizar enjuague bucal

Síntomas de una mala higiene:

  • Cambio de color (oscuro o blanquecino) en el esmalte del diente.
  • Cuando la lesión progresa, aparece pérdida de sustancia y le da un aspecto de mancha de color gris. Después el esmalte se rompe y la lesión se detecta fácilmente.
  • Dolor.
  • Encías que sangran con facilidad cuando te cepillas los dientes o usas hilo dental.
  • Encías sensibles.
  • Mal aliento.
  • Si el paciente es ambulatorio, aliéntelo para que se cepille los dientes y asegúrese que lleve a cabo la higiene necesaria. 
  • Si el paciente está encamado y necesita auxilio, deberá seguir el procedimiento adecuado.

Material y equipos:

  • Bandeja desechable para higiene bucal (si se dispone)
  • Toalla de mano
  • Pasta o polvo dental
  • Cepillo de dientes o aplicadores cubiertos de algodón absorbente
  • Depresores linguales cubiertos de gasa
  • Copa de papel con agua
  • Pajas flexibles
  • Pañuelos desechables
  • Bacinica tipo riñón
  • Lanolina lubricante o glicerina
  • Bolsa impermeable.

Procedimientos y Técnica:

  1. Lleve a cabo el procedimiento de lavado de manos
  2. Explique el procedimiento de higiene bucal al paciente y ocultelo de la vista de los demás para proteger su intimidad. Reúna el equipo anteriormente descrito.
  3. Para los pacientes que son casi capaces de llevar a cabo la higiene bucal por sí mismos, colóquelos en la posición de Fowler, reúna el equipo sobre la mesa de cama a su alcance y auxílielo si es necesario.
  4. En el caso de pacientes que son incapaces de hacerlo por sí mismos, colóquelos en una posición de Fowler intermedia, si se permite, y coloque la toalla debajo de la cara del paciente y sobre el pecho para proteger su bata y la ropa de cama.
  5. Pídale al paciente que abra la boca o, si es necesario, ábrala con un depresor lingual acoginado.
  6. Limpie dientes y encías con un cepillo de dientes y pasta o polvo dental, o con un aplicador humedecido en enjuague bucal. Nunca humedezca dos veces los aplicadores. Tírelos en una bolsa de papel impermeable. Dedicar 2 minutos con la secuencia de cepillado es la siguiente:
    • Coloque las cerdas del cepillo de dientes a lo largo de la encía de modo que forme un ángulo de 45°. Los hilos se insertarán en el surco gingivo-dental y podrán recoger la placa dental que allí se haya formado.
    • Cepilla suavemente la superficie exterior de un grupo de dos o tres dientes, realizando un movimiento vibratorio y giratorio desde la encía hacia los dientes. Repita este movimiento en el siguiente grupo de dos o tres dientes. Y así sucesivamente para todos los dientes de las arcadas.
    • Cepillar las superficies internas de los dientes de la misma manera que las superficies externas, manteniendo el ángulo de 45° entre el cepillo y el surco gingivo-dental.
    • A la altura de los incisivos superiores e inferiores, coloque el cepillo como se muestra en el dibujo y realice varios movimientos hacia adelante y hacia atrás utilizando el extremo del cabezal del cepillo.
    • Finalmente, cepillar las superficies oclusales, las utilizadas para masticar, de los molares con un movimiento horizontal.
    • Colocar el cepillo interdental entre cada diente y limpiar bien.
  7. Limpie la lengua , techo de la boca y labios del paciente con nuevos aplicadores.
  8. Ayude al paciente a enjuagarse la boca con agua limpia. Aplique lubricantes en los labios.
  9. Aplique lubricante en los labios.
  10. Si el paciente usa dentaduras postizas, pídale que se las quite y colóquelas en una copa para dentadura. Lave la dentadura con agua fría corriente, usando un cepillo de dientes y una substancia limpiadora. Cuando el paciente no use las dentaduras, límpielas y colóquelas en la copa de dentaduras, junto con agua dulce, en la mesa de cabecera. Manéjelas con cuidado.
  11. Coloque de nuevo los artículos de higiene del paciente en la mesa de cabecera. Limpie y substituya el equipo. Deseche la bolsa que contiene los aplicadores sucios en el receptáculo adecuado y no en el basurero del paciente.
  12. Registre el momento y tipo de tratamiento.

Paciente consciente dependiente:

  1. Colocar al paciente sentado o semiincorporado (posición Fowler). Si no puede incorporarse, lateralizar la cabeza.
  2. Si el paciente es portador de prótesis dental, retirar y limpiar, manteniéndola en el recipiente adecuado, debidamente identificado, en agua o un limpiador de dentaduras, siguiendo las instrucciones del fabricante, hasta su próxima utilización.
  3. Cubrir tórax con toalla o empapador.
  4. Colocar una batea o palangana cerca del paciente.
  5. Cepillar dientes con pasta dental (de arriba abajo y viceversa con movimientos cortos) , lengua y encías. Durante 2 min. si el paciente lo tolera.
  6. Enjuagar ( agua tibia, saliva artificial o solución antiséptica cuando esté indicado).
  7. Secar e hidratar los labios.
  8. Facilitar la prótesis dental ( cuando sea necesario).
  9. Colocar al paciente en posición cómoda y adecuada, permitiéndole el fácil acceso al timbre y a útiles personales.
  10. Recoger, ordenar y limpiar los útiles empleados.
  11. Registrar en la documentación de enfermería: el procedimiento, motivo, fecha y hora, incidencias y respuesta del paciente.

Pacientes inconscientes

  1. Observar la boca del paciente antes de comenzar con el cuidado. Hay que valorar si la boca está seca, si tiene secreciones ( aspirar), si tiene sangre o postillas secas (aplicar vaselina 15 min antes de la limpieza).
  2. Posición de Fowler con la cabeza ladeada quitando previamente la almohada.
  3. Extender la toalla sobre el pecho para proteger la ropa.
  4. Enrollar una gasa alrededor de unas pinzas y empapar con un antiséptico.
  5. Limpiar la cavidad oral. Cambiar la gasa a menudo.
  6. Aclarar la boca con agua (jeringa 10 c.c.) y aspirar.
  7. Secar los labios.
  8. Aplicar Bálsamo labial hidratante en los labios.
  9. Acomodar al paciente.
  10. Dejar al paciente en una posición cómoda.
  11. Recoger el material.
  12. Retirar guantes y mascarilla.
  13. Realizar lavado de manos.
  14. Registrar en la documentación de enfermería: el procedimiento, motivo, fecha y hora, incidencias y respuesta del paciente.

Cuidado de la Boca de Pacientes Muy Graves o Febriles:

A los pacientes con fiebre (febriles) y a los que están muy graves se les limpiará la boca por lo menos cada cuatro horas, sobre todo antes y después de tomar alimentos. El paciente ha de tomar muchos líquidos para mantener húmeda la mucosa bucal (a menos que este contraindicado).

Estos pacientes a menudo respiran por la boca. Esto hace que la boca se seque en forma considerable y que secreciones mucosas formen costras de color café oscuro sobre dientes, lengua y labios. Debe limpiarse toda la boca de estas partículas y conservarla lubricada para ayudar a prevenir la acumulaciones adicionales de moco. El paciente inconsciente depende totalmente de la enfermera.

La higiene correcta de la cavidad oral