Episodio maniaco



Definición:

La manía es un estado que implica cambios drásticos en el estado de ánimo, la energía, la actividad, el comportamiento, el sueño y la cognición. Uno de los síntomas principales de la manía es un estado de ánimo atípicamente bueno, eufórico o irritable, que puede ir acompañado de un aumento persistente de la energía y la actividad, así como de una menor necesidad de dormir.

El episodio maniaco es un periodo delimitado y persistente, durante el cual hay un estado de ánimo elevado y anormalmente optimista, expansivo o irritable, relativamente fácil de detectar, estos síntomas pueden alcanzar un extremo peligroso, que a menudo requiere hospitalización para evitar daños.

El episodio maníaco tiene un inicio abrupto, por lo que todas estas sensaciones y síntomas se acentúan con gran rapidez, y termina de golpe, desapareciendo todos los indicadores de repente.



La hipomanía:

Un episodio hipomaníaco es una variante menos extrema de la manía que involucra un episodio distintivo que dura ≥ 4 días con conducta que puede distinguirse del estado de ánimo no deprimido habitual del paciente, y que incluye ≥ 3 de los síntomas adicionales mencionados anteriormente en la manía.

Durante el período hipomaníaco, el estado de ánimo mejora, la necesidad de dormir disminuye a medida que la energía aumenta notablemente y la actividad psicomotora se acelera. Para algunos pacientes, los períodos hipomaníacos son adaptativos porque producen un aumento de la energía, la creatividad, la confianza y un funcionamiento social supernormal. Muchos no desean abandonar este estado eufórico placentero. Algunos funcionan muy bien, y el funcionamiento no está muy alterado. Sin embargo, en algunos pacientes, la hipomanía se manifiesta como distracción fácil, irritabilidad y estado de ánimo lábil, lo que el paciente y los demás encuentran menos atractivo.

La psicosis maníaca:

Es una manifestación más extrema, y los síntomas psicóticos pueden ser difíciles de distinguir de la esquizofrenia. Los pacientes pueden tener ideas delirantes megalómanas o persecutorias (p. ej., de ser Jesús o ser perseguidos por el FBI), algunas veces con alucinaciones. El nivel de actividad aumenta mucho; los pacientes pueden correr de aquí para allá y gritar, insultar o cantar. Aumenta la labilidad del estado de ánimo, a menudo con irritabilidad creciente. Puede aparecer un delirio completo (manía delirante), con pérdida total del pensamiento y la conducta coherentes.

La ciclotimia: 

Se define por síntomas hipomaníacos y depresivos recurrentes que no son tan intensos ni duran lo suficiente como para calificarlos como episodios hipomaníacos o depresivos.

Los síntomas de la manía:

Como dice el propio término, se trata de un episodio, por lo que no es una situación permanente, suele durar, al menos, una semana. Sin embargo, en algunos casos puede tener una duración de hasta varias semanas o incluso meses, con lo cual los síntomas sueles agravarse. Mientras sucede, la persona suele sentirse invencible y con mucha autoconfianza:
  1. Sentirse feliz o emocionado, incluso si las cosas no van bien para usted.
  2. Pensamiento acelerado: Estar lleno de ideas nuevas y emocionantes, pasar rápidamente de una idea a otra
  3. Estar más irritable de lo normal
  4. Sentirse más importante de lo habitual
  5. Hablar muy rápido, saltar de una idea a otra, pensamientos acelerados.
  6. Distraerse fácilmente y tener dificultades para concentrarse en un tema.
  7. Estar demasiado familiarizado con la gente
  8. No poder dormir o sentir que no quieres dormir
  9. Pensar que puedes hacer mucho más de lo que puedes
  10. Tomar decisiones inusuales o importantes sin pensarlas bien
  11. Escuchar voces que otras personas no pueden oír
  12. Conductas de riesgo:
  13. Hacer cosas que normalmente no harías y que pueden causar problemas, como: gastar mucho dinero,
  14. estar más interesado en el sexo, usando drogas o alcohol, juegos de azar, o
  15. Tomar decisiones comerciales o de otro tipo imprudentes.

Diagnostico:

La manía se diagnostica cuando las personas cumplen los criterios descritos en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición, un episodio maníaco dura al menos una semana, pero a menudo puede durar más tiempo, y estos síntomas deben ser lo suficientemente graves como para causar un deterioro significativo en la escuela, el trabajo o la vida social. 
Alternativamente, los síntomas pueden ir acompañados de características psicóticas. Por otro lado, la hipomanía es similar a la manía, pero dura menos tiempo (es decir, menos de 4 días consecutivos) y no tiene un impacto equivalente en el funcionamiento del individuo. Este criterio se resume en el mnemotécnico DIG FAST.

El comportamiento puede diagnosticarse como un episodio maníaco si hay algunas señales de advertencia. Algunas de ellas incluyen:
  1. Estado de ánimo elevado: aparecen sensaciones de euforia y optimismo anormal.
  2. Energía excesiva: se aprecia un exceso de energía y seguridad.
  3. Hablar demasiado rápido: su forma de hablar puede generar dificultades en la comprensión de esta.
  4. Dormir muy poco o nada en absoluto: este síntoma puede durar varios días seguidos.
  5. Tomar riesgos excesivos: la persona puede involucrarse en comportamientos peligrosos o arriesgados, como gastar demasiado dinero o consumir drogas, todo depende de la situación en la que se encuentre en el momento.
  6. Cambios de humor extremos: se puede pasar de la euforia a la ira en cuestión de segundos.

Características de síntomas maniacos en el paciente Bipolar
Episodio maníaco Episodio depresivo
Sentirse muy optimista, animado, eufórico, o bien, extremadamente irritable o sensible. Sentirse muy decaído, triste o ansioso.
Sentirse sobresaltado o nervioso, más acelerado que de costumbre. Sentirse más lento o inquieto.
Sentir que sus pensamientos van muy rápido. Tener problemas para concentrarse o tomar decisiones.
Tener menos necesidad de dormir. Tener problemas para conciliar el sueño, despertarse muy temprano o dormir demasiado.
Hablar muy rápido sobre muchas cosas diferentes ("fuga de ideas"). Hablar muy despacio, sentir que no tiene nada que decir u olvidar muchas cosas.
Tener un apetito excesivo por la comida, la bebida, el sexo u otras actividades placenteras. Perder el interés en casi todas las actividades.
Pensar que puede hacer muchas cosas a la vez sin cansarse. Ser incapaz de hacer hasta cosas sencillas.
Sentir que es inusualmente importante, talentoso o poderoso. Sentirse sin esperanza o que no tiene valor, o pensar en la muerte o el suicidio.


Tratamiento:

  • Estabilizadores del estado de ánimo: litio y algunos anticonvulsivos, especialmente el valproato, la carbamazepina y la lamotrigina
  • Antipsicóticos de segunda generación: aripiprazol, lurasidona, olanzapina, quetiapina, risperidona, ziprasidona y cariprazina.
  • La alternativa al litio en un paciente maniaco no cumplidor y pendenciero es una fenotiazina de acción prolongada; si embargo, debido a los riesgos de discinesia tardía, debe sustituirse por litio lo antes posible.

Observaciones y recomendaciones de enfermería:

  1. Los pacientes con episodios maniacos no pueden conducir.
  2. Dada la dificultad para que el enfermo comprenda la trascendencia de sus actuaciones, se desaconseja la conducción hasta que el tratamiento recomendado controle las manifestaciones clínicas.
  3. La familia o las personas cercanas deben colaborar impidiendo que estos pacientes maniacos accedan a vehículo alguno, hasta que el médico lo considere oportuno.
  4. Los peatones con episodio maniaco pueden no respetar las normas y ser víctimas de atropello. Son pacientes que deben transitar acompañados de una persona responsable conocedora de su problema.
  5. Los conductores con personalidad hipomaníaca crónica, caracterizada por excesiva confianza y seguridad, irritabilidad, optimismo exagerado y tendencia a precipitarse impulsivamente, disminuyen claramente la seguridad del tráfico.
  6. Los pacientes con hipomanía pasan más desapercibidos y por tanto pueden tener más incidencias negativas en la conducción, porque con frecuencia no se les desaconseja conducir.
  7. Es muy importante que sepan tanto el paciente como sus familiares los efectos secundarios que presentan los medicamentos prescritos, que pueden limitar la conducción, aunque el paciente tenga controlado el estado de ánimo.
  8. El paciente con humor estable por el tratamiento médico, sin efectos colaterales de su medicación y controles séricos normales debe saber, por los acercamientos de la psicoterapia, que si al conducir comienza con síntomas de excitabilidad, debe aparcar el vehículo y pedir ayuda.
  9. El paciente maniaco o con trastorno bipolar sólo puede conducir si su médico, después de un periodo prolongado de seguimiento con tratamiento y sin efectos secundarios, considera que es responsable al volante e informa de ello por escrito.


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