Definición:
Los enemas son líquidos que se introducen por vía rectal en la porción terminal del intestino. Se pueden
emplear como evacuantes (enemas de evacuación o de limpieza, que son los más frecuentes y en los
que nos vamos a centrar), para ejercer una acción local o sistémica (enemas de retención) o con fines
diagnósticos (enemas con sustancias radioopacas). Cuando el volumen que se va a administrar es
pequeño, se denominan microenemas.
Los enemas están contraindicados en los pacientes con patología anorrectal (hemorroides dolorosas,
fisuras, abscesos) o con intervenciones quirúrgicas recientes en la zona.
Objetivos:
- Facilitar el reblandecimiento y la expulsión de las heces, estimulando el peristaltismo y favoreciendo la expulsión de gases
- Limpiar el intestino como preparación para procedimientos diagnósticos y/o quirúrgicos.
Fisiología del intestino grueso:
Tubo de alrededor de un metro y medio de longitud y alrededor de seis centímetros y medio de diámetro, que se extiende desde el ciego hasta el ano. La abertura entre el íleon y el intestino grueso está cerrada por el esfínter ileocecal. Por debajo de la conexión hay un tramo de intestino grueso, de alrededor de 6cm de longitud y que se denomina ciego. En el extremo del ciego cuelga el apéndice vermiforme. Esto ocurre en la zona derecha del abdomen.
El tubo que continua al ciego se denomina colon y se divide en varias zonas. Por un lado tenemos el colon ascendente, que asciende hasta zonas próximas al diafragma, el ángulo cólico derecho, que hace girar al colon 90 grados, el colon transverso, que corre paralelo al eje del diafragma, el ángulo cólico izquierdo, que vuelve a hacer girar al colon 90 grados, esta vez hacia abajo, y el colon descendente. A la altura de la cresta iliaca el colon descendente pasa a denominarse colon sigmoides. Detrás del colon sigmoides encontramos el recto, cuyos últimos dos o tres centímetros constituyen el ano. Las principales funciones del colon son reabsorber agua y sodio, y almacenar los residuos de la digestión y eliminación fecal. El peristaltismo es un movimiento ondulante producido por las fibras musculares circulares y longitudinales de las paredes intestinales.
Patológias que requieren enemas:
- Estreñimiento.
- Eliminación de fecalomas (acumulación de heces en el ano).
- Cáncer de colon (para practicar colectomía).
- Para aliviar el dolor durante la defecación por la episiotomía (incisión en la mucosa vaginal).
Consideraciones especiales:
- El enema de agua del grifo o agua jabonosa se utiliza para dilatar el intestino, estimular la peristalsis y lubricar las heces, para fomentar los movimientos de intestino.
- Enema de retención de aceite. Su propósito es suavizar las heces duras y permitir la evacuación normal.
- Los enemas también se utilizan para administrar el medicamento directamente en la mucosa del recto para ser absorbidos en el torrente sanguíneo. Los enemas de esteroides se administran para aliviar la inflamación intestinal en pacientes con colitis ulcerosa, y los antibióticos pueden ser administrados para el tratamiento de infecciones bacterianas localizadas (por ejemplo, enema de vancomicina).
- Los enemas de soluciones hipertónicas se utilizan para disminuir los niveles de potasio y amoniaco en sangre a través de la pared rectal. Estas sustancias se eliminan luego con las heces.
- El enema de bario se usa como una sustancia de contraste en las imágenes radiológicas del intestino. El enema puede contener polvo de sulfato de bario, o un agua-agente de contraste soluble.
- El uso frecuente de enemas puede llevar a la sobrecarga de líquidos, irritación y pérdida del tono muscular del intestino y del esfínter anal.
- Se han publicado perforaciones del recto con enemas de bario, aunque su incidencia ha disminuido en las últimas décadas como resultado de los avances en la preparación del intestino.
- No se recomienda que los enemas sean utilizados como tratamiento de primera línea para el estreñimiento. Puede emplearse un programa integral de manejo del estreñimiento y luego el uso de enemas.
- En pacientes con trastornos gastrointestinales como diarrea, dolor abdominal, con cirugía intestinal reciente, con problemas cardíacos (como arritmias o reciente episodio de infarto de miocardio) la administración de enemas puede estimular el nervio vago y desencadenar alteraciones electrofisiológicas como la bradicardia.
- Las lesiones réctales provocadas por la administración de un enema pueden ser de tipo mecánico, químico o ambos.
- Se recomienda una evaluación previa a la administración del enema en los pacientes
- con problemas cardiopulmonares, hemorroides y debilidad del tejido rectal para identificar los riesgos.
- Examinar visual y digitalmente el recto para evaluar el nivel de impactación (si se cree posible) y hemorroides.
- La información científica disponible sobre cuál es el mejor método para administrar un enema es muy limitada y contradictoria, no existiendo validación científica.
- Existe un déficit de conocimientos respecto al volumen de líquido que se debe aplicar, las tasas de infusión y la posición del paciente durante la administración del enema.
- La evidencia no apoya el uso de enemas durante el trabajo de parto. No reduce la duración del trabajo ni disminuye el riesgo de infección perineal o neonatal, y sólo añade una carga adicional y molestias para la paciente.
Preparación del material necesario:
Antes de llevar a cabo cualquier técnica hay que tener preparado el material que se va a emplear, que en este caso consiste en:
- Enema
- Un termómetro, para comprobar la temperatura del enema.
- Lubricante hidrosoluble.
- Gasas.
- Guantes desechables.
- Pinza de Kocher, por si el equipo de irrigación no tiene llave de paso.
- Una cuña.
- Papel higiénico.
- Un hule o un protector para la cama.
- El material para el aseo del paciente (toalla, palangana y jabón).
- Un pie de suero.
- El equipo de irrigación. Posee los siguientes elementos:
- El irrigador, que es el recipiente en donde se introduce el enema.
- Un tubo de conexión, que parte del irrigador.
- Una llave de paso, la cual está acoplada al tubo de conexión (hay equipos que no la tienen).
- Una sonda rectal, la cual se conecta al otro extremo del tubo de conexión. El calibre de la sonda varía según la edad del individuo: de 22-30 French para los adultos y de 12-18 French para los niños.
El enema:
La composición de un enema puede ser muy variable (por ejemplo, para un enema de limpieza de 1000 ml, introducir un 10% de lactulosa, un 10% de aceite de oliva, 1 ó 2 canuletas de microenema de citrato de sodio y completar con agua), pero al prepararlo siempre hay que tener en cuenta dos factores:
- La temperatura, que debe de estar entre los 38-40o C.
- El volumen, que varía según la edad del individuo: 700-1000 ml para los adultos, 500-700 ml para los adolescentes, 300-500 ml para los escolares, 250-350 ml para los preescolares y 150-250 ml para los bebés.
- Cuando el enema que se va a administrar es de los preparados comercialmente, lo único que hay que hacer es seguir las instrucciones del fabricante. Normalmente vienen presentados en un envase de plástico el cual trae acoplado una cánula rectal.
Técnicas y Procedimientos:
- Compruebe la prescripción del médico
- Confirme el nombre del paciente.
- Informe al paciente sobre el procedimiento a realizar y los motivos de la administración. Solicite su consentimiento.
- Prepare la solución prescrita con el agua a temperatura templada.
- Prepare el material y trasládelo junto al paciente.
- Realice higiene de las manos con un jabón antiséptico o utilizando soluciones hidroalcohólicas.
- Garantice la privacidad del paciente.
- Indíquele que evacue la vejiga (disminuye la incomodidad del procedimiento).
- Sitúe al paciente en posición de Sims izquierda, con las nalgas en el borde de la cama.
- Colóquese los guantes.
- Realice, si es necesario, higiene de los genitales y de la zona anal.
- Extienda el salvacamas debajo de las caderas y nalgas del paciente.
- Si el enema es desechable:
- Lea las instrucciones en el envase, lubrique la cánula e insértela suavemente en el recto.
- Cuando el envase esté vacío, retire la cánula y deséchela en la bolsa de basura.
- Anime al paciente a retener el enema el mayor tiempo posible.
- Si el enema es de agua jabonosa:
- Prepare un litro con agua del grifo a 37º C.
- Instale el sistema de enema en el soporte a una altura de 35 cms por encima del ano. La altura del irrigador en niños y lactantes será de 7,5 a 15 cms.
- La longitud de la sonda a introducir será:
- Adultos: De 7,5 a 10 cms.
- Niños: De 5 a 7,5 cms.
- Lactantes: De 2,5 a 3,75 cms.
- Conecte la sonda rectal al sistema de irrigación.
- Purgue y pince el sistema.
- Lubrique la punta de la sonda e inserte suavemente el catéter en el recto en dirección hacia arriba y atrás.
- Nunca fuerce la inserción de la sonda.
- Suelte el clip.
- Sostenga la sonda en el recto con una mano y permita que circule el líquido lentamente.
- Si el paciente se queja de dolor o de incapacidad para mantener el enema, detenga el flujo de líquido y déle instrucciones para que respire profundamente, luego comience de nuevo lentamente.
- Cuando la bolsa está casi vacía, pince la sonda, retire el catéter y deposítelo en la bolsa de basura.
- Solicite al paciente que retenga la irrigación de 5 a 10 minutos, según tolere.
- Si el enema es de retención:
- Prepare un volumen menor (total 300 ml.).
- El tiempo de retención en el intestino debe oscilar entre 30 y 60 minutos.
- Durante la administración del enema valore:
- Si el paciente se queja de sensación de plenitud o de calambres, cierre la llave de paso durante unos 30 segundos, o bien, descienda algo el recipiente para disminuir la velocidad de flujo.
- nte cualquier indicativo de reacción vagal (sudoración, malestar, palidez facial, palpitaciones, etc.) detenga la infusión.
- Si en algún momento la entrada de líquido se hace más lenta, realice una ligera rotación de la sonda para desprender cualquier material fecal que pueda estar obstruyendo alguno de sus orificios.
- Facilite el acceso al cuarto de baño o colóquele la cuña.
- Observe las características de las heces.
- Ayude al paciente, si es necesario, a efectuar el aseo de la zona anal.
- Deje al paciente en posición cómoda y adecuada, permitiéndole el fácil acceso al timbre y objetos personales.
- Retire el material.
- Deseche los guantes.
- Efectúe lavado de manos.
- Enseñe al enfermo a informar si el enema fue efectivo, las características de las heces y la higiene de manos y perianal
- Registre el resultado en la historia clínica, informando sobre cualquier anomalía.
Suero salino isotónico no estéril para administración rectal
empleado en el tratamiento del estreñimiento.
Uso clínico
Se recomienda en aquellos casos en que sea necesaria una limpieza intestinal,
tales como en impactación fecal, antes de exámenes radiológicos,
endoscópicos u operaciones quirúrgicas, exploraciones intestinales y
ginecológicas, y partos.
No está registrado como medicamento, sino como producto sanitario, por
lo que no está disponible una ficha técnica que contenga las condiciones
legales de utilización.
Dosis y pautas de administración:
- Niños < 2 años: 1 enema (66 mL)/día, dependiendo del cuadro clínico.
- Niños 2-15 años: 1 ó 2 enemas (66 mL)/ día, dependiendo del cuadro clínico.
- Adultos: 1 ó 2 enemas (250 mL)/día, dependiendo del cuadro clínico.
El efecto tiene lugar generalmente alrededor de los 5 minutos desde su
aplicación.
Contraindicaciones:
- Situaciones en las que el tracto gastrointestinal se encuentre dificultado o impedido, como obstrucción intestinal o íleo paralítico.
- Situaciones en las que resulte peligroso incrementar el peristaltismo intestinal, como apendicitis o perforación intestinal.
- Situaciones que cursen con diarrea como la colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn. La utilización en estos casos puede favorecer la aparición de hiperfosfatemia e hipocalcemia.
- Pacientes con factores de riesgo de desequilibrio hidroelectrolítico, como pacientes con insuficiencia renal.
Precauciones:
- En niños menores de 2 años, usar con precaución al introducir la cánula en el recto.
- Deben evitarse uso enemas de agua jabonosa porque irritan el recto por su pH básico.
Efectos adversos:
- Náuseas, dolor abdominal, trastornos hidroelectrolíticos, proctitis y escozor anal.
- No se han descrito interacciones farmacológicas.
Datos farmacéuticos:
Excipientes y agua purificada c.s.p.
No está registrado como medicamento, sino como producto sanitario.