El profesional de enfermería que trabaja directamente con el adulto mayor debe estar capacitado para identificar, monitorizar y socializar la capacidad creativa y ludica del adulto mayor, esta etapa de la vida reflexiva y madura son una verdadera fuente de inspiración y de generación de ideas que deben ser aprovechadas para disfrute personal, la alegria del entorno familiar y enseñanza para el profesional de nefermería.
La importancia de las actividades creativas y recreativas desarrolladas por las personas mayores conlleva muchos beneficios e influyen muy positivamente en el envejecimiento activo.
La agudeza observatoria del profesional de enfermería geriatrica facilita fomentar la creatividad y recreatividad al mismo tiempo que consigue paliar o frenar el deterioro cognitivo en cierta medida.
Todas las actividades diseñadas en el plan de cuidados deben estimular la función de disfrute cognitivo y ludico al máximo. Seran actividades que actúan sobre varias áreas: física, mental, afectiva y social. Y todas son claves en el proceso de envejecimiento.
Las terapias programadas deben centrarse en la estimulación de la memoria: talleres de educación física o relajación, de lectura o escritura, reflexoterapia, arteterapia, musicoterapia, dibujo, poesía, manualidades, teatro, literatura, uso de redes sociales, etc.
Adaptar las terapia de acuerdo a la capacidad del adulto mayor como por ejemplo:
- Explorar y adoptar nuevos roles ocupacionales
- Trabajar la confianza en uno mismo
- Expresar el propio estado de ánimo sin sentirse obligado
- Aliviar un dolor terapéutico
- Aprender mediante el ensayo-error
- Mejorar la autoestima
- Afrontar situaciones nuevas
- Ejercitar la concentración, precisión y paciencia
- Diagnosticar o detectar signos y síntomas de ciertas enfermedades
- Trabajar la memoria
- Sentirse realizado, feliz