Definición:
Número de veces que el corazón realiza el ciclo completo de llenado y vaciado de sus cámaras en un determinado tiempo expresándose en contracciones o latidos por minuto (lpm). Los latidos corresponderían con las sístoles, es decir, cuando la sangre es expulsada al resto del cuerpo.
Mientras que la definición de pulso es la serie de pulsaciones perceptibles en algunas partes de nuestro cuerpo (cuello, el tórax, la muñeca, etc.) debidos a las contracciones y dilataciones del corazón.
Tipos de frecuencia cardíaca:
Los latidos por minuto (lpm) aumentan o disminuyen en función de la actividad que estamos realizando, para ello te muestro diferentes estados en los que vamos a encontrar la frecuencia cardíaca para que aprendas a identificarlos y utilizarlos en tus entrenamientos.
- Frecuencia cardíaca en reposo: La frecuencia cardíaca de reposo (FC reposo) es el ritmo al que late el corazón cuando estamos relajados, sin hacer esfuerzos físicos. Esta variará en función de la genética, estado físico, psicológico, condiciones ambientales, postura, edad y sexo.
- Podemos establecer como valores normales de la FC de reposo entre 60-100 ppm en estado de reposo para adultos, personas mayores y niños mayores de 10 años.
- Frecuencia cardíaca en esfuerzo: Es la frecuencia cardíaca que podemos medir mientras hacemos ejercicio físico y su valor es superior a la frecuencia cardíaca de reposo.
- Cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio físico, nuestro ritmo cardíaco y nuestra respiración aumentan debido a que nuestros músculos requieren más oxígeno.
- Frecuencia cardíaca basal: Es aquel valor que obtenemos cuando medimos nuestra FC y nos encontramos en reposo absoluto. Para conocerla, es necesario que realicemos la medición inmediatamente al despertarnos, sin llegar a levantarnos de la cama, para evitar realizar cualquier tipo de ejercicio que pueda interferir en la medición.
- Frecuencia cardíaca máxima: La frecuencia cardíaca máxima (FCmáx) hace referencia al máximo de pulsaciones que puedes alcanzar mientras realizas ejercicio físico sin poner en riesgo la salud, siempre y cuando te encuentres en unas condiciones físicas óptimas.
- Frecuencia cardíaca de reserva: Es la diferencia entre la frecuencia cardíaca máxima estimada y la frecuencia cardíaca basal.
Valores de referencia de pulsaciones en reposo por minuto
HOMBRES
|
||||
EDAD (Años) |
INADECUADO | NORMAL | BUENO | EXCELENTE |
20 - 29 | 86 o más | 78 - 94 | 62 - 68 | 60 o más |
30 - 39 | 86 o más | 72 - 84 | 64 - 70 | 62 o más |
40 - 49 | 90 o más | 74 - 88 | 66 - 72 | 64 o más |
50 o más | 90 o más | 76 - 88 | 68 - 74 | 66 o más |
MUJERES
|
||||
EDAD (Años) |
INADECUADO | NORMAL | BUENO | EXCELENTE |
20 - 29 | 96 o más | 78 - 94 | 72 - 76 | 70 o más |
30 - 39 | 98 o más | 80 - 96 | 72 - 78 | 70 o más |
40 - 49 | 100 o más | 80 - 98 | 74 - 78 | 72 o más |
50 o más | 104 o más | 84 - 102 | 76 - 82 | 74 o más |
Factores que influyen sobre las pulsaciones normales:
Como todo en el cuerpo humano, las pulsaciones normales pueden ser influenciadas por diversos factores tanto externos como internos.
- Enfermedades: normalmente cuando el sistema inmunológico está deprimido con enfermedades como anemia, fiebre o infecciones aumentan tu ritmo cardíaco.
- Genética: afecta tanto las pulsaciones en reposo, como las altas y las bajas.
- Edad: previamente explicamos que, cuando nacemos el ritmo cardíaco es alto por la alta demanda de sangre que tiene el cuerpo en crecimiento. Luego, conforme vamos creciendo las pulsaciones se tornan normales.
- La hora del día: a lo largo del día las pulsaciones van variando, en la mañana son más bajas que en la tarde, cuando hacemos la digestión las pulsaciones aumentan entre un 10 a un 30%.
- Género: por lo general las mujeres tienen de 5 a 15 pulsaciones más por minuto. especialmente durante la menstruación (en mujeres)
- Temperatura: las pulsaciones normales pueden variar dependiendo de la temperatura del ambiente. Mientras más calor hace las pulsaciones son mayores que cuando hace frío. Además, si los cambios de temperatura son muy bruscos, el cerebro busca enviar un estímulo para que la mayor cantidad de sangre aumente o disminuya la temperatura de algún órgano.
- Fármacos: existen diferentes sustancias que pueden aumentar las pulsaciones como el consumo de tabaco y alcohol.
- Deshidratación: cuando estamos deshidratados, la sangre se espesa, por ende, se obstruye el flujo sanguíneo, lo que hace que el corazón trabaje con más fuerza.
- Metabolicos: después de comer alimentos y bebidas calientes o durante el período de fuerte hambre, el estado físico (actividad-reposo).
- Psicologicas: estrés, miedo, amor, después de tomar un relajante baño, masaje o después del coito dentro de los 30 minutos.
Objetivos:
- Determinar la frecuencia, ritmo, volumen y simetría de los pulsos para valorar la función cardiocirculatoria e identificar anormalidades si las hay.
- Proporcionar información importante acerca del estado de salud en la evolución del paciente.
- Identificar los efectos secundarios de algunos medicamentos administrados.
- En situaciones de emergencia ayudar a determinar si el corazón del paciente está bombeando.
Materiales y equipos:
- Reloj con segundero.
- Fonendoscopio.
- Hoja de registro.
- Bolígrafo azul.
- Monitor cardiaco si fuera necesario.
Técnica y procedimientos:
- Preparación del personal y del paciente:
- Asegurar que todo el material necesario esté a mano.
- Higiene de manos.
- Identificación del paciente.
- Informar al paciente y/o familia del procedimiento a realizar.
- Fomentar la colaboración del paciente en la medida de sus posibilidades.
- Preservar la intimidad y confidencialidad.
- Colocar al paciente en una posición adecuada, considerando que se encuentre en situación basal, teniendo en cuenta la situación del paciente y dejando fácilmente accesible la zona:
- En el pulso apical será en decúbito supino o en semifowler, si su estado lo permite.
- En el pulso arterial, la arteria radial es la más habitual, puede estar sentado con el brazo seleccionado apoyado sobre una almohada, dirigiendo la palma de la mano hacia arriba, o acostado con los brazos relajados sobre la cama o sobre el abdomen.
- Pulso periférico
- Localizar la arteria mediante palpación suave sobre un plano duro (óseo), con los dedos índice, corazón y anular de la mano dominante:
- Radial: es el pulso periférico más habitual, sobre la muñeca del paciente encima del hueso radio, sobre la arteria radial en la zona media de la cara interna de la muñeca, ejerciendo una presión suave. Evitar colocar dedo pulgar pues tiene latido propio (percibiríamos nuestras propias pulsaciones).
- Temporal: sobre hueso temporal en la región externa de la frente, en un trayecto que va desde la ceja hasta el cuero cabelludo. Muy usada en pediatría.
- Carotídeo: en la parte lateral del cuello, entre la tráquea y el musculo esternocleidomastoideo. No ejercer una presión excesiva porque produce bajada de frecuencia cardiaca e hipotensión. Nunca debe palparse simultáneamente en ambos lados o muy profundamente, para evitar la disminución del flujo sanguíneo cerebral, bradicardias hemodinámicamente muy significativas y aún más, paro cardiaco. Es el pulso que más fielmente refleja las funciones cardiacas.
- Humeral o braquial: en la cara interna del musculo bíceps o en la zona media del espacio antecubital con el antebrazo del paciente ligeramente flexionado sobre el brazo.
- Cubital: en la superficie palmar de la articulación de la muñeca, por arriba y por fuera del hueso pisiforme, utilizado en algunas situaciones clínicas (catéter en la arteria radial para monitorizar la presión sanguínea).
- Femoral: en la arteria femoral debajo del ligamento inguinal (normalmente pulso lleno y fuerte).
- Poplíteo: en la arteria poplítea detrás de la rodilla en la fosa poplítea, flexionando la pierna sobre el muslo.
- Tibial posterior: en la arteria tibial por detrás del maléolo interno.
- Pedio: palpando la arteria dorsal del pie sobre los huesos de la parte alta del dorso del pie. Muy usado en cateterismo.
- Presionar ligeramente con las yemas de los dedos hasta encontrar el latido arterial.
- Percibir durante unos instantes los latidos, y seguidamente contar la frecuencia de los latidos durante 60 segundos, valorando la intensidad de los mismos y la regularidad del ritmo.
- Valorar el ritmo, observando si la pauta de intervalos es regular o no.
- Valorar la intensidad. Si el latido es potente se palpa lleno, si es débil, la fuerza de llenado desaparece cuando se presiona ligeramente la arteria.
- Comparar el ritmo e intensidad del latido con el de la arteria contralateral.
- Si presenta arritmias, realizar toma apical.
- Higiene de manos.
- Pulso apical
- Limpiar membrana de fonendoscopio con solución jabonosa o antiséptica.
- Calentar la membrana del fonendoscopio con las manos para evitar la sensación de frío al contacto directo con la piel y comprobar que el sonido esté abierto.
- Comprobar que el sonido este abierto.
- Colocar la membrana del fonendoscopio sobre el quinto espacio intercostal izquierdo, en la línea media clavicular.
- Auscultar unos instantes los latidos antes de contabilizarlos.
- Contar la frecuencia de los latidos durante 60 segundos, valorando la intensidad de los mismos y la regularidad del ritmo.
- Ayudar al paciente en la medida en que lo necesite a cubrirse el tórax y asumir una postura cómoda.
- Limpiar el fonendoscopio.
- Higiene de manos.
- Toma de frecuencia cardiaca mediante monitor
- Limpiar la piel con agua jabonosa o antiséptico.
- Colocar electrodos adecuados al paciente (adulto o pediátrico) de forma que no supongan un obstáculo en caso de acceso al tórax para cualquier intervención (masaje, radiografía y ecografía) y cuidando que no se enrollen ni entorpezcan movimientos. En pacientes monitorizados se reemplazarán cada 24 horas.
- Colocación de electrodos:
- Rojo: debajo de la clavícula cerca del hombro derecho.
- Amarillo: debajo de la clavícula cerca del hombro izquierdo.
- Negro (toma de tierra): en el lado inferior izquierdo del abdomen, o debajo del apéndice xifoides.
- Conectar los cables de electrodos al paciente y seguidamente al cable del monitor.
- Vigilar el estado de la piel para evitar lesiones o alergias.
- Higiene de manos.
10 puntos de palpación del pulso arterial
Las complicaciones asociadas con una frecuencia cardíaca alta incluyen:
- niveles bajos de energía
- baja condición física
- obesidad
- dolor o incomodidad en el pecho
- dificultad o incomodidad para respirar
- reducción de la circulación sanguínea, especialmente en las manos y los pies
- presión arterial baja
- debilidad
- aturdimiento, mareos y desmayos
- coágulos de sangre
- insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular
Consideraciones especiales:
- Se aconseja tomar el pulso durante un minuto, ya que contar durante 15 o 30 segundos y multiplicar por cuatro o por dos, respectivamente, no garantiza un recuento exacto en el caso de que haya patologías vasculares o arritmias cardiacas no identificadas previamente.
- En presencia de patologías cardiovasculares es importante comprobar la coincidencia en la frecuencia del pulso apical y periférico, así como la comprobación sistemática de la simetría con la arteria contralateral.
- La valoración del pulso debe realizarse de forma simultánea con la toma de la tensión arterial de forma sistemática en los pacientes con arritmias, a fin de detectar tempranamente la existencia de arritmias cardíacas.
- Tener en cuenta que tanto el dolor como las alteraciones emocionales pueden variar la frecuencia cardiaca.
- En la toma de pulso radial, evitar colocar el dedo pulgar sobre la arteria radial del paciente, ya que percibiríamos nuestras propias pulsaciones.
Registros:
- Anotar en el registro correspondiente:
- Procedimiento realizado.
- Firma, fecha y hora de realización.
- La respuesta del paciente al procedimiento.
- Frecuencia (número de latidos por minuto).
- Características del latido: ritmo (regular o irregular) e intensidad (fuerte, normal, débil o ausente).
- Simetría con la arteria contralateral y, si es preciso, describir las características en ambos lados.
Educación para a reducir la frecuencia cardíaca:
- 1. Ejercicio: la forma más fácil y efectiva de lograr una frecuencia cardíaca más baja y duradera es hacer ejercicio regularmente.
- 2. Mantenerse hidratado: cuando el cuerpo está deshidratado, el corazón tiene que trabajar más para estabilizar el flujo sanguíneo. A lo largo del día, toma muchas bebidas sin azúcar y sin cafeína, como agua y té de hierbas.
- 3. Limitar la ingesta de estimulantes, como la cafeína y la nicotina: los estimulantes pueden causar deshidratación, aumentando el trabajo del corazón.
- 4. Limitar el consumo de alcohol: la mayoría de las formas de alcohol deshidratan el cuerpo. El alcohol también es una toxina, y el cuerpo debe trabajar más para procesarlo y eliminarlo.
- 5. Llevar una dieta saludable y equilibrada: llevar una dieta variada rica en frutas, vegetales, proteínas magras, nueces y legumbres puede ayudar a mejorar la salud del corazón, así como la salud en general.
- Los alimentos y suplementos ricos en antioxidantes y grasas saludables pueden reducir la presión arterial y facilitar que el corazón bombee.
- Los nutrientes saludables para el corazón incluyen:
- Ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescado, carnes magras, nueces, granos y legumbres
- Fenoles y taninos, que se encuentran en el té, el café y el vino tinto (con moderación)
- Vitamina A, que se encuentra en la mayoría de los vegetales de hoja verde
- Fibra dietética, que se encuentra en granos enteros, nueces, legumbres y la mayoría de las frutas y vegetales
- Vitamina C, que se encuentra especialmente en frutas cítricas, vegetales de hoja verde y brotes de soja
- Puedes comprar una variedad de suplementos disponibles en línea, que incluyen multivitaminas, suplementos de omega-3 y suplementos de fibra.
- 6. Dormir lo suficiente: la falta crónica de sueño genera estrés en todo el cuerpo, incluyendo el corazón. La mayoría de los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas por noche.
- 7. Mantener un peso corporal saludable: el peso adicional también ejerce presión sobre el cuerpo y el corazón.
- 8. Reducir o eliminar las fuentes de estrés considerable a largo plazo: el estrés causado por el trabajo, cuidar de un ser querido o las cargas financieras hacen que el corazón y el resto del cuerpo trabajen más para mantener un ritmo y flujo normales.
- 9. Buscar asesoramiento o servicios psicológicos: las experiencias traumáticas, el dolor y ciertas afecciones de salud mental estresan el cuerpo y pueden afectar la química del cerebro, lo que dificulta hacer frente a las actividades y los factores estresantes cotidianos.
- 10. Salir al aire libre: la investigación muestra que las personas que pasan más tiempo en la naturaleza, incluso dando un corto paseo por el bosque o un parque, tienden a ser más felices y se mantienen menos estresadas que aquellas que no lo hacen.
- 11. Practicar técnicas de relajación: las actividades que aumentan la autoconciencia y la atención plena (mindfulness), como la meditación y la visualización guiada, pueden ayudar a reducir el estrés cuando se practican habitualmente.